En mayo, el Gobierno consiguió un superávit fiscal de 6.026,3 millones de pesos, que representó un récord nominal. Sin embargo, hubo un aumento del gasto público y un deterioro de los ingresos por el impacto del paro del campo, sobre todo en la recaudación por las retenciones.
Aunque creció 13,3% el superávit, las cuentas públicas mostraron algunas fisuras. En mayo se quebró la tendencia que venía registrándose desde comienzo del año, cuando los ingresos crecían a un ritmo más alto que los gastos. Este era un rasgo distintivo de la gestión de Cristina Kirchner. En la última etapa de su gobierno, y en plena campaña electoral, Néstor Kirchner había aflojado la rienda del gasto.
Esta vez, la tortilla se dio vuelta: los gastos aumentaron 40% y los ingresos -en el mes con el récord histórico de recaudación- subieron solamente 31%.
De hecho, en la conferencia de prensa en Casa de Gobierno en la que presentó los números, el ministro de Economía, Carlos Fernández, sostuvo que "normalmente en mayo los ingresos son altos porque se registra una alta recaudación por el vencimiento del impuesto a las Ganancias". El mes pasado, el Fisco había embolsado $ 24.259 millones.
Así, en lo que va del año, gastos e ingresos crecen casi al mismo ritmo: 39% los primeros y 40,5% los segundos.