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La crisis brasileña ayudó a contener el aumento en los precios de los autos

La crisis brasileña ayudó a contener el aumento en los precios de los autos

En los últimos tres meses acumularon un incremento del 16,5%, muy por debajo de la devaluación del peso; expectativa por marzo.

Todo sube, y los precios de los autos no son una excepción. En los últimos tres meses, los valores de los 0 km aumentaron un 16,5% en promedio. Si bien tuvieron su impacto, los incrementos para un bien altamente dolarizado como los automóviles subieron por debajo de la devaluación de cerca del 60% generada por el Gobierno desde la salida del cepo.

Según fuentes del mercado automotor y funcionarios oficiales, el bajo traslado a precios tiene más de una explicación, incluyendo la enorme crisis de Brasil, la apertura de las importaciones en un mercado local aún debilitado y, con un menor impacto, los acuerdos de precios de algunos insumos alcanzados por las terminales y algunos proveedores.

En diciembre, en medio de una fuerte expectativa de devaluación, la suba de precios (3,2%) fue contenida por las presiones del entonces recién llegado gobierno, e incluso varias terminales pidieron a sus concesionarios retrotraer las alzas que habían impulsado en sus nuevas listas. Finalmente, 2015 cerraría con una suba de precios de 23,6% en el año, según datos del sector.

El gran salto se dio en enero. Ese mes, según informes de los concesionarios que no se difunden entre los medios y a los que accedió LA NACION, la suba promedio de los precios de los autos fue de 11,3%. Ese mes registró el segundo aumento de precios de los automóviles entre los más altos en cuatro años. El pico (13%) se había registrado en enero de 2014, cuando Axel Kicillof impulsó la devaluación de más de 23% del peso, en medio de una importante fuga de reservas.

De acuerdo con fuentes del mercado, el precio de los 0 km desaceleró su marcha en febrero. En el mercado creen que, en promedio, el mes pasado hubo incrementos de alrededor del 2%. ¿Habrá un fuerte traslado a precios de la corrida que sufrió el dólar en la primera semana de marzo?, preguntó LA NACION a un funcionario. "No creo, porque aun cuando el mercado interno no está tan mal, la floja performance de Brasil puede llevar los precios a la baja en el país", afirmó.

Entre las empresas también hubo cierto optimismo con respecto al presente. "Es un traslado de menos del 30% de la devaluación", indicaron contentos cerca de las terminales automotrices.

Sin embargo, la semana pasada no hubo buenas noticias para el sector. Más allá de los escándalos institucionales por los casos de corrupción, la economía brasileña se cae a pedazos. En 2015, según confirmaron datos oficiales, la actividad se desplomó 3,8%, en lo que fue la caída más importante en 25 años. Fue el peor desempeño económico de la región el año pasado, detrás del de la malograda Venezuela. La crisis del principal socio comercial argentino fue un golpe a la industria local. La producción automotriz cayó 25,1% en febrero, mientras que las exportaciones de vehículos se derrumbaron 41,5%, principalmente a Brasil, que representa el 80% de las ventas. El impacto se nota en las suspensiones de trabajadores que varias terminales ya implementaron. Sin embargo, el principal problema es que la industria brasileña muestra casi un 50% de capacidad ociosa y busca exportar parte de esa sobreoferta a la Argentina.

El 30 de junio vence el acuerdo bilateral del sector, y el gobierno argentino ya adelantó su intención de mantener cierta protección ante la situación brasileña.

Pero ya hay más autos importados en el país, y eso ayudó a contener los precios. Tras el levantamiento del cepo cambiario y las trabas para comprar en el exterior, en enero se registró un déficit comercial de US$ 160 millones, impulsado justamente por la entrada de más automóviles (las importaciones de vehículos fueron las más altas del mes: crecieron 129%, según el Indec). Todo el año pasado, el sector mantuvo una baja oferta de modelos en el mercado interno por las limitaciones para importar. Esa situación comenzó a revertirse muy lentamente y ya produjo algo más de competencia en un mercado aún debilitado.

De acuerdo con los datos de las concesionarias, en febrero las ventas de autos 0 km crecieron un 10,7% interanual. Pero, según indicaron los mismos comercializadores, esa suba reflejó la concentración de las ventas de autos de diciembre, que por falta de stock y la tardanza de la llegada de nuevas listas de precios no pudieron entregarse en enero, como es habitual para ganar un año en el patentamiento del modelo del automóvil. "El mercado aún sigue flojo", contó a LA NACION un importante concesionario de la zona sur.

En tanto, días atrás, Acindar -una de las líderes en producción de acero- cerró un acuerdo con el Gobierno para aplicar una reducción del 5% en el precio de sus productos. El acero es un insumo básico de los autos. No fue una tarea difícil para el Ejecutivo. La empresa soporta también la crisis de Brasil, y entre el 18 y el 28 de este mes parará su producción. Lo sufrirán sus 350 empleados.