El empleo temporario cayó un 16,6% en el primer trimestre

La misma tendencia se repite en los últimos tres años, de acuerdo con los datos oficiales; dicen que la litigiosidad laboral también afecta el sector; en el Gobierno señalan tibias señales de mejora.
El empleo tiene su propia baraja de tarot. El trabajo temporario funciona como un factor predictivo del comportamiento del mercado laboral total. Ese espejo que adelanta es aún hoy oscuro para la economía argentina.
En el primer trimestre del año, el empleo temporario cayó 16,6% respecto del mismo período de 2016. En marzo, la cantidad de ocupados fue de 52.042, una baja del 15,8% con relación a un año atrás, según la encuesta que elaboró el Indec para la Federación Argentina de Empresas de Trabajo Temporario.
Los números en rojo no son un monopolio del período de Mauricio Macri. Según el relevamiento, que comenzó en 1996 entre 70 empresas distribuidas en la ciudad de Buenos Aires y el interior del país, los puestos de trabajo relacionados con esta modalidad cayeron en 2015 (-3,2%) y en 2014 (-15,1%). Sin embargo, el retroceso de 2016 fue el más alto en tres años (-19,9%).
Si, como suele preferir el Gobierno, en vez de ver la foto se observa la película, la realidad es un poco más benigna. En marzo, la contratación creció 1% intermensual, luego de verificar números en rojo en el primer bimestre. En sintonía con el movimiento de la economía en los últimos 15 meses, el primer semestre del año pasado fue sumamente recesivo, con bajas de hasta 8,6% (en julio, uno de los peores meses de la industria en 2016). En tanto, desde septiembre de 2016 las cosas mejoraron, y los crecimientos mensuales encadenaron cuatro meses positivos en la contratación de personal.
Los principales empleadores de este tipo de trabajadores se hallan en la industria manufacturera (de un total de 52.042 puestos en marzo, 27.769 son operarios). A ese sector le siguen los servicios, según explican en la Faett.
El Indec reflejó que para ese mes había 8938 administrativos y 2272 vendedores. Unos 13.063 aparecen en el indefinido rótulo de "otros". El mayor grado de capacitación de esta fuerza laboral es el secundario completo y se distribuye de manera homogénea entre las franjas etarias de entre jóvenes de 21 años y adultos de 45 años. El 68,9% de los trabajadores temporarios son hombres. El otro 31,1% son mujeres, según el Indec.
"El trabajo temporario es un índice predictivo de la actividad económica a partir de su evolución en el empleo. Cuando crece, al poco tiempo empieza a expandirse el empleo en la Argentina", afirmó a LA NACION José María Mariani, director ejecutivo de la Faett. "Hoy, el empleo temporario viene respondiendo a la tibia actividad económica. Pero la falta de inversión de largo plazo tampoco facilita las cosas. No se ven signos alentadores de crecimiento en el empleo", sentenció.
Mariani indicó, sin embargo, que el empleo temporario viene cayendo desde los últimos años. "Hay otro factor muy importante a tener en cuenta, que tiene que ver con las declaraciones que hizo el Presidente en los últimos días. La litigiosidad y los costos laborales desalientan en forma notoria la voluntad de contratación. En este contexto, es muy difícil", agregó Mariani.
obre el futuro, el directivo no fue muy optimista. "Hay alguno que otro rubro con crecimiento, pero tiene que ver con la capacidad del Estado de generar obra pública", dijo, y completó: "Cuando uno mira los indicadores de la industria me gustaría ser más optimista, pero me resulta difícil todavía. También entiendo que las políticas que le hacen falta a la Argentina son políticas de largo plazo y todo lleva su tiempo". Mariani dijo, además, que el país precisa una reforma laboral para "adaptarse a los nuevos escenarios que aparecen en el mercado".
Si se observan los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) procesados por el Ministerio de Trabajo, aparece una relativa consonancia con la encuesta del Indec. En el primer cuatrimestre del año, por caso, se sumaron 24.000 trabajadores privados registrados. Puede parecer mucho, pero en realidad es sólo un 0,4% de aumento, si se tiene en consideración que ese mercado (el del empleo privado registrado) suma cerca de 6,2 millones de trabajadores.
En tanto, en abril pasado se observó una mejora del 0,1% interanual en el empleo privado registrado, el segundo dato positivo en un año (se sumaron 5000 personas). En el mes hubo 50.000 trabajadores menos en la medición con estacionalidad, producto del fin de la cosecha de verano (algo que sucede todos los años), mientras que en la medida desestacionalizada la variación fue de 0% (1500 trabajadores menos). El sector que más impulso generó fue la construcción (+0,8% mensual), mientras que la industria, el que más emplea, cayó 0,2 por ciento.
De acuerdo con los analistas de la cartera que conduce Jorge Triaca, en mayo las expectativas de contratación para los próximos meses del año mejoran, pero la estabilidad sigue siendo el signo dominante, como en los últimos años. Por otro lado, en Trabajo desenvainaron un fenómeno que es tendencia en los estudios internacionales para explicar la falta de generación de trabajo en momentos en que la economía muestra algunos signos heterogéneos de reactivación.
Ese fenómeno es el hoarding y, según la explicación oficial, significa que la recesión no expulsó trabajadores masivamente, por lo que en la reactivación las empresas aprovechan esa capacidad ociosa en la fuerza laboral para no incrementar su contratación. ¿Hasta cuándo durará esta "retención de empleo"? Los especialistas no lo saben. Y las cartas del tarot argentino, tampoco.