El FMI cree que el plan será un "éxito" si hay "compromiso de todas las partes"

Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), cree que el nuevo acuerdo stand-by aprobado ayer para la Argentina, por US$50.000 millones, el mayor en la historia del organismo, tiene "todas las posibilidades de ser un éxito". Pero eso, indicó Lagarde, depende "del compromiso de todas las partes involucradas" en la implementación del plan, es decir, Gobierno y oposición.
"Claramente, el éxito de este programa depende de la potestad del plan que ha sido anunciado por las autoridades argentinas y del compromiso de todas las partes involucradas para continuar los esfuerzos para mejorar el futuro de todos los argentinos", indicó Lagarde ayer, en una conferencia de prensa.
Lagarde coronó con esas palabras la aprobación por parte del directorio ejecutivo del Fondo del nuevo préstamo con la Argentina, que le dará al Gobierno una inyección de fondos frescos y un marco de política económica con el cual espera terminar de torcerle el brazo a la corrida cambiaria, recuperar la confianza de los mercados y encarrilar la economía.
El nuevo acuerdo con el Fondo, que había aprobado un préstamo para la Argentina por última vez en 2003, contempla un ajuste fiscal mucho más duro que el previsto por el gobierno de Mauricio Macri hasta principios de mayo, cuando la salida de inversores de la Argentina provocó una fuerte depreciación del peso que desató un efecto dominó y forzó al Gobierno a implementar un gradualismo más vertiginoso.
"La aprobación es una clara evidencia de la confianza de la comunidad internacional en el impulso de reformas de la Argentina y un respaldo al plan económico del Gobierno respaldado por el FMI", sentenció Lagarde.
La aprobación del board del Fondo liberará automáticamente un tramo de US$15.000 millones de los fondos totales que obtuvo el Gobierno, que serán transferidos por los miembros acreedores desde sus respectivas cuentas del FMI a cuentas de liquidación designadas por el Banco Central. El dinero estaría en manos del país en dos días hábiles.
El Banco Central (BCRA), liderado por Luis Caputo, girará luego la mitad de esos fondos al Tesoro. Caputo reemplazó a Federico Sturzenegger, quien firmó con Lagarde y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, la carta de intención, en la cual el Gobierno solicita el respaldo formal al programa presentado por la Argentina. Lagarde minimizó el cambio de nombres, al afirmar que habían tenido un contacto con Caputo y confiaban en el compromiso con las metas y los lineamientos del plan. "Estamos completamente tranquilos", dijo Lagarde.
El acuerdo con el FMI le permitirá al Gobierno ganar tiempo al acceder a una línea de crédito sustantiva para financiarse durante los próximos tres años, un paraguas financiero que intentará utilizar para terminar de cerrar la brecha fiscal más rápido y bajar la inflación.
El programa acordado con los técnicos del Fondo redundará en un nuevo "gradualismo", más duro y más veloz que su antecesor. El Gobierno decidió apretar el cinturón, avanzar con un recorte más profundo del gasto público y cortar el financiamiento del BCRA al Tesoro, un torniquete que resentirá el crecimiento de la economía. En el Palacio de Hacienda confían en que la actividad repuntará hacia fines de este año.
Metas cumplibles
El Gobierno se comprometió a alcanzar el equilibrio fiscal para 2020. El programa contempla lograr un déficit fiscal equivalente al 2,7% del producto bruto interno (PBI) este año y del 1,3% en 2019. Las metas de inflación para los años que cubre el acuerdo son 27% este año, 17% el próximo, 13% y luego 9% al cierre de cada uno de los siguientes tres años. Roberto Cardarelli, economista del FMI a cargo del país, dijo que las metas se cumplirán.
El préstamo a la Argentina es el mayor en la historia del Fondo. La última vez que la Argentina acordó un crédito con el organismo fue en 2003, durante la presidencia de Néstor Kirchner.
"Hemos negociado claramente con las autoridades para comprender completamente las ramificaciones del plan, para apreciar plenamente que tiene todas las posibilidades de ser un éxito si se implementa bien, y es en ese espíritu de asociación y cooperación en el que hemos trabajado juntos, como dije, sobre la base de un programa que es de ellos, y creemos que si se implementa, será un éxito", cerró Lagarde.