La economía se derrumbó 5,8% en mayo

La baja de la producción agropecuaria por la sequía y la corrida cambiaria, fueron los factores que comenzaron a incidir negativamente. Anticipan que este año no habrá crecimiento. Los sectores en alza.
La actividad económica cayó en mayo 5,8% interanual y profundizó con este resultado la contracción que había registrado en el inicio del segundo trimestre, ya que en el cuarto mes del año el resultado negativo había sido de 0,6%, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Con respecto al mes de abril, en mayo también se registró una caída, aunque esta vez el rojo fue de 1,4%.
El resultado de los dos últimos meses, que fueron muy malos especialmente por el fuerte impacto de la sequía, borraron el avance que había registrado la economía en el primer trimestre del año.
Entre enero y mayo el acumulado de la actividad económica fue de 0,6%.
En mayo, la agricultura y ganadería, fue la actividad económica de mayor incidencia en la contracción anual del EMAE de ese mes. El sector, que tiene una alta incidencia en la conformación del índice (35,2%), mostró una caída del 5,76%.
Las otras ramas que contribuyeron a la caída del indicador fueron “Impuestos netos de subsidios” y “Transporte y comunicaciones” (-4,9%).
En contraposición, “Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler”, “Intermediación financiera” y “Construcción” fueron los sectores de mayor incidencia positiva, según los datos oficiales.
La actividad económica, debido al efecto de la sequía y de la incertidumbre cambiaria, empezó a reflejar caídas en abril de este año (- 0,9% en la medida interanual). Ese fue el primer dato negativo desde febrero del año pasado.
Para Ecolatina, al igual que en abril, el retroceso observado en mayo respondió en buena medida a un shock exógeno: el impacto de la sequía en la producción agropecuaria.
“Sin embargo, afirma la consultora, la fuerte contracción de mayo también obedeció a la merma de sectores claves: la producción industrial cayó 1,3% (tras doce meses consecutivos de expansión); el sector Transporte y comunicaciones se contrajo y el suministro de electricidad, gas y agua también bajó.
El EMAE de mayo de 2018 muestra que el enfriamiento del nivel de actividad ya comenzó a extenderse lo largo de la economía local: excluyendo al sector agropecuario, el EMAE hubiese crecido sólo 0,6%.
“Al realizar el análisis a nivel sectorial - afirma Ecolatina - se observan realidades heterogéneas. Por el lado de la producción de bienes, conviven las mencionadas caídas en el sector agropecuario, industrial y suministro de electricidad gas y agua, con una moderada expansión de la construcción y la producción minera. Asimismo, otras ramas como intermediación financiera y actividades de alquiler y empresariales continuaron mostrando un elevado dinamismo”.
Según Ecolatina, para el segundo trimestre de 2018 “estimamos una brusca caída del PBI tanto en términos interanuales como desestacionalizados (rozaría -4%). Asimismo, no esperamos crecimiento del PBI durante la segunda mitad de 2018 por el impacto negativo del salto cambiario en la demanda interna. Según nuestras estimaciones, recién a fin de año –si el proceso de relajación de tasas se acelera gracias a una mayor calma cambiaria y el resultado electoral en Brasil facilita la recuperación de su economía- el PBI podría estabilizarse”.
“En síntesis - dice el trabajo- pese al arrastre estadístico positivo que dejó el 2017 (superior al 1%), las perspectivas de crecimiento para este año son desfavorables. Producto de la sequía y el deterioro de la demanda interna (el impacto de la corrida cambiaria sobre la inflación y las tasas de interés desalientan tanto al consumo como a la inversión), el PBI no crecerá en 2018, ubicándose por debajo del rango de expansión de la actividad mencionado en la Carta de Intención con el FMI (0,4% a 1,4%)”.
Para el economista Martín Alfie, en los próximos meses se va a ver de manera más fuerte “el impacto de la corrida como aceleración inflacionaria e impacto en consumo, postergación de decisiones de inversión, desaceleración UVA, el ajuste fiscal y la suba de tasas que encarecen capital de trabajo”.
“Es decir, la perspectiva es que la economía siga cayendo, como mínimo, un trimestre más”, agregó y vaticinó que puede ser la caída punta a punta (es decir, desde donde arranca la recesión hasta cuando termina) más fuerte desde 2009 por el combo sequía, devaluación, ajuste y tasas altas.