Los subsidios al sector energético serán un 22,9% menores en 2017

El porcentaje de baja es aún mayor si se le suma el impacto de la inflación. Según el presupuesto las transferencias corrientes serán de $ 140.800 millones.
El tarifazo, más allá de las vueltas en la Justicia, implicará un ahorro fiscal en 2017. Los subsidios energéticos caerán 22,9% nominalmente a los cuales, si se les agregara el impacto de la inflación, serían aún menores.
Así surge de un informe elaborado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap) sobre la base del proyecto de Presupuesto 2017 que hoy se discute en el Congreso, que detalla que las transferencias corrientes para el sector energético serán $ 140.800 millones.
En total, los subsidios para 2017 serán de $ 263.825 millones para el financiamiento de empresas públicas, fondos fiduciarios y el sector privado. Este monto equivale a 2,7% del PBI proyectado por el Gobierno, mientras que para este año los subsidios son el 3,8% del PBI.
Dentro de las transferencias corrientes para el sector de la energía, y cuando faltan tres semanas para la audiencia pública para discutir las tarifas de la distribución de la energía eléctrica para el año próximo (en las que las empresas planean incrementar las boletas en torno a un 25%), CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) recibirá la mayor parte, con unos $ 93.600 millones, cifra que es un 15,9% menor que la de 2016.
En segundo lugar en importancia por monto está lo que recibirá el Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas, por $ 16.000 millones, cifra que es un 63,3% menor que lo de este año. "Entre otras acciones incluye el Programa de Estímulo a la Inyección de Excedente de Gas Natural Plan Gas, como así también el destinado a empresas con inyección reducida, cuyo propósito es reducir la diferencia existente entre la producción y consumo de gas en el país, estimulando mediante incentivos la inversión en exploración y explotación de nuevos yacimientos", define la ASAP.
Enarsa recibirá $ 10.000 millones, que es 36,2% menos que el vigente para 2016, fundamentalmente destinadas a solventar la importación de gas; Yacimientos Carboníferos de Río Turbio ($ 3.800 millones, un 17% más), entre otros.
En transporte, en cambio, las transferencias corrientes serán 15% mayores que las de este año y sumarán cerca de $ 61.600 millones. Dentro de estas, están las destinadas al automotor, que subirán también 15% hasta los $ 34.600 millones; seguidas por las ferroviarias, 23% más a $ 23.800 millones, y por último, las aerocomerciales, que restarán 21% para ser de alrededor de $ 3.050 millones.
Además de energía y transporte, se prevén transferencias para gastos de funcionamiento de otras empresas públicas por algo más de $ 5.600 millones, un 47% menos que lo previsto para este año, principalmente con motivo de que no se prevén asignaciones corrientes para AySA (mientras que para 2016 se destinan $ 5.100 millones), y por las menores asignaciones para Correo Argentino (por $ 580 millones, un 49% menos).
Por su parte, sobre las transferencias para gastos de capital de empresas públicas, fondos fiduciarios y el sector privado ascienden a $ 50.500 millones en el proyecto de Presupuesto 2017, monto que es 2,5% mayor a las proyectadas para este año.
Casi la mitad irán a parar al sector energético, con un total de $ 23.800 millones (15% menos) las asignaciones para Enarsa serán por $ 1.860 millones, una caída de 60% interanual; y las transferencias a empresas privadas para el tendido de líneas de tensión por $ 5.900 millones, una baja de 30%.
Las transferencias para gastos de capital a AySA crecerán 70% ($ 13.250 millones) para obras de saneamiento.