Prevén que restricciones puedan retrasar el rebote de actividad económica

Economistas remarcan que las medidas podrían afectar la demanda. Además, señalan que se podría complicar la dinámica monetaria.
Las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno ante el crecimiento de los casos de covid, pueden suponer un freno a la recuperación de la actividad económica, producto de las restricciones y una caída en la demanda. En eso coincidieron analistas consultados, quienes también advirtieron por un posible impacto “indirecto” vinculado a un incremento en el gasto primario que puede llegar a complicar la “dinámica monetaria”.
Con una economía más golpeada, las restricciones aplicadas por el Gobierno distan de ser tan estrictas como las del año pasado. En ese sentido, también, juegan un rol fundamental las lecciones aprendidas durante la cuarentena del 2020 en cuanto a los distintos protocolos para la industria y los comercios.
“Las restricciones son menos dramáticas en comparación con las del año pasado, pero seguramente van a ralentizar un poco la recuperación y puede llegar a haber una pequeña marcha atrás en cuanto a la dinámica de la actividad. Aunque no en todos los sectores: seguramente va a haber algunos sectores que pueden seguir funcionando correctamente, incluso los comercios no tienen que cerrar. Pero sí hay otros sectores, como hoteles y restaurantes, que ya tenían una lenta recuperación, que esto los va a afectar todavía más”, señaló a Ámbito Julia Segoviano, economista de la consultora LCG.
“En cuanto a las restricciones a la movilidad, probablemente van a generar cierta contracción a la demanda. Además, si se empieza a ver que los casos aumentan mucho, probablemente la gente se asuste y puede impactar por el lado de la demanda. En se sentido, podría darse un freno en la recuperación de la actividad. Pero, si uno se pone a comprar con lo que fue el año pasado, va a ser más moderado”, agregó la analista, quien destacó que de todas formas desde la firma no revisaron a la baja las proyecciones de recuperación para este año: “Seguimos esperando un crecimiento para este año en torno al 6,5%. En realidad, este crecimiento asume una recuperación bastante marginal de la actividad. Viene casi todo dado por efecto del arrastre estadístico”.
Para Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, el impacto de estas medidas no será homogéneo para todos los sectores. “Las medidas tienen algún impacto en los sectores que se van a ver obligados a cerrar o a restringir el horario de actividades. Esto puede implicar problemas en bares y restaurantes, por ejemplo. Quizá, también, en alguna industria que tenga horario continuo de trabajo, ya que van a tener que ver cómo asimilan esos horarios donde no puede haber gente en circulación. Pero, de alguna manera, también creo que se le va a encontrar una solución para que no afecte tanto en ese sentido. Con lo cual, se espera que la recuperación siga con el ritmo que viene demostrando, quizá un poco más desacelerado por estos motivos. Pero a nivel macroeconómico, creo que no va a significar un gran retroceso. Puede haber alguna desaceleración puntual este mes, pero eventualmente seguimos estando en un camino de rebote”, señaló el economista, quien subrayó: “La clave es saber cómo puede seguir esta historia. Porque estas medidas introducen la incertidumbre con respecto de cómo puede impactar a futuro esta segunda ola. Si se toman nuevas medidas y eso pueda, entonces, redundar en un nivel de crecimiento menor”.
Impacto indirecto
Por su parte, el analista de Ecolatian Santiago Manoukian coincidió que las restricciones actuales “son mucho menores a las del año pasado, por lo que en principio el impacto sería menor”. Sin embargo, el economista advirtió sobre el “impacto indirecto” en caso de que estas medidas se profundicen.
“En lo económico, si se restringe la actividad, un riesgo que vemos es que producto de esa menor actividad económica la recaudación se resienta en los próximos meses. Y sería probable que exista un aumento del gasto primario para atenuar el impacto de la cuarentena en empresas y hogares. En ese sentido, se complicaría la dinámica monetaria. Lo que vimos el año pasado es que el aumento de la emisión monetaria necesaria para financiar ese bache fiscal, tendió a ensanchar la brecha cambiaria y eso llevó al BCRA a una mayor necesidad de venta de reservas netas. Ahí surge otra complicación. Un aumento del rojo eventual, va a volver a requerir la asistencia del Banco Central. Con el aumento de la brecha, se complica la dinámica monetaria primero y después termina complicando la dinámica cambiaria”, sostuvo Manoukian.