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Morón

La educación y la economía según Manuel Belgrano

Desde su etapa como estudiante en Europa, Belgrano vive obsesionado por la educación de los hombres y mujeres de su patria. Está convencido de que la ignorancia hace infelices a los pueblos. Su maestro Campomanes, uno de los grandes economistas españoles, le había revelado que la verdadera riqueza de los pueblos se hallaba en la inteligencia y que el fomento de la industria estaba en la educación. En Enero de 1794 se erige el Consulado de Buenos Aires, para administrar justicia en pleitos mercantiles y fomentar la industria, la agricultura y el comercio. Desde su cargo en dicha institución, Belgrano le presta atención a la educación y, en cada una de las memorias que presenta anualmente, va diseñando la organización económica que se propone llevar adelante. Pero los monopolistas evitan los intentos de Belgrano de imponer sus ideas librecambistas. "El comerciante debe tener libertades para comprar donde más le acomode, y es natural que lo haga donde se le proporcione el género más barato para reportar más utilidad". Una de las medidas educativas que propone es la creación de la Escuela de Comercio, con el objeto de aportar principios fundamentales de esa actividad. "La ciencia del comercio no se reduce a comprar por diez y vender por veinte: sus principios son más dignos, y la teoría que comprende es mucho más elevada de lo que puede parecer a aquellos que sin conocimientos han emprendido sus negociaciones". Belgrano no puede mantener en pie su idea de crear escuelas especializadas. Las dificultades para concretar la educación de las mujeres, la enseñanza para niños de ambos sexos, las clases de agricultura para los labradores y sobre todo las escuelas gratuitas, marcan una tendencia que lamentablemente se repetirá, salvo conocidas excepciones, en el pasado argentino lejano y no tan lejano. El ilustre economista y educador proyectaba escuelas "para los hijos de los infelices, donde se les podía dictar buenas máximas e inspirarles amor al trabajo, pues en un pueblo donde reina la ociosidad, decae el comercio y toma su lugar la miseria".-