El mercado desconfía y los bonos locales rinden 70%

Con el gasto aún elevado y el Gobierno bajo presión del FMI para dejar de tomar préstamos baratos del Banco Central para cubrir su déficit presupuestario, crece la sensación de que los funcionarios se están quedando sin opciones de financiamiento y que una reestructuración de los bonos locales se está volviendo casi inevitable. Se estima que solo rendirán alrededor del 70%.
Parte del problema, indica un artículo de la agencia Bloomberg, radica en el hecho de que el valor de gran parte de los bonos está vinculado a la inflación, el único instrumento que los inversores afectados por la crisis han encontrado atractivo.
Así, la explosión de la inflación, en lugar de proporcionar una gran dosis de alivio de la deuda, como ha sucedido con los Gobiernos de todo el mundo este año, en realidad está presionando aún más las arcas fiscales. Los precios al consumidor se han disparado a una tasa anual de más del 60% este año, la más alta de este siglo y una de mayores en todo el mundo.
La subasta de deuda pública programada para el martes permitirá apreciar qué tan grave es la situación. El Gobierno busca vender unos 250,000 millones de pesos (u$s2.000 millones) en letras atadas a la inflación y otros activos.
La demanda ha disminuido en las últimas subastas, y los rendimientos de las notas se han disparado por encima del 12% en las operaciones recientes en el mercado secundario, proporcionando una tasa total de más del 70% con las tasas de inflación actuales.
Al mismo tiempo, la demanda de dólares está aumentando, hundiendo al peso paralelo a mínimos históricos casi a diario, en una clara señal de que los inversores están amortizando sus bonos y sacando el dinero al extranjero.
Sin posibilidad de afrontar pagos: bonos rinden cada vez menos
Todo esto también está llamando la atención de los tenedores de bonos extranjeros de Argentina. El Gobierno no tiene que hacer pagos importantes de esos bonos durante años, pero aún así los inversores se están poniendo nerviosos, haciendo caer el precio de los títulos de referencia a solo 23 centavos por dólar.
A ese precio, el rendimiento es del 21%, lo que convierte al país en una de las casi dos docenas de naciones de mercados emergentes que se ha hundido en territorio de "distress", un nivel que indica que los inversores están comenzando a prepararse para la posibilidad de un default. Para los acreedores argentinos, esta situación es conocida. El país ha incumplido sus bonos extranjeros tres veces este siglo, la última en un acuerdo de reestructuración en el 2020 que dio a los inversores poco más de 50 centavos por dólar.