AFIP "invita" a morosos para que entren a la moratoria

El organismo envía notas para "inducir" a incorporarse al llamado. Son 100.000 destinatarios. Se estima que ya fueron 60.000 las empresas y particulares que pidieron entrar al plan con condonación de intereses y multas.
Miles de contribuyentes que, teóricamente, tienen deudas con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) comenzaron ya a recibir un clásico: las notas del organismo recaudador para invitarlos a participar de la moratoria impositiva versión 2020. El diseño de las notas de la gestión Mercedes Marcó del Pont, al menos en esta primera comunicación oficial, es con tono amistoso y coloquial, muy lejos por ahora de las frías notificaciones de intimación de pago.
Sin embargo se le recuerda a los casi 100.000 empresas y particulares que reciben la nota vía mail; que si está en falta con el fisco tiene la oportunidad de sacarse el problema de encima; y que, aunque el mensaje no lo menciona, queda implícito que una vez vencido el plazo de inscripción al llamado (el próximo 31 de abril); la AFIP tiene al contribuyente en la mira por su potencial pasivo, y estará en condiciones de embargar las cuentas cuando termine el período de suspensión de acciones legales el próximo 31 de este mes. El mensaje es claro: se invita al contribuyente detectado a ingresar por la buenas, antes de avanzar, en abril, por las malas. Interinamente se llama al proceso como “inducción” para sumarse al llamado. Y a medida que avancen los días, el listado de potenciales contribuyentes con deudas con el organismo que podrían recibir estas comunicaciones; podría incrementarse. Habrá que tener en cuenta que para los listados de la AFIP había hasta 800.000 potenciales morosos que deberían ingresar en la moratoria.
Hasta ayer, y sobre 227.000 empresas, autónomos y monotributistas que lograron tramitar el Certificado Pyme desde que comenzó la inscripción el 17 de febrero, fueron 60.000 las que luego pidieron concretamente entrar al plan con condonación de intereses y multas. Se espera que en la medida que pasen las semanas, se vaya incrementando el número de inscriptos si se toma como referencia a la cantidad que pidió el certificado luego de que se puso en marcha la moratoria. Si bien se reconoce que el ritmo de inscripción arrancó con fuerza pero luego se desaceleró, es un clásico de estos llamados que la mayor cantidad de interesados se suma al final del período de inscripción. Dentro de los contadores se habla además de problemas de método para terminar de confeccionar las declaraciones juradas y determinar el monto de deudas impositivas a liquidar. De acuerdo con los registros del organismo recaudador, la deuda total que tiene por cobrar es de $400.000 millones que incluyen contribuyentes con planes de pagos anteriores, y los que no tienen sus deudas sin regularizar. El Gobierno aspira a generar de allí un flujo de fondos para engrosar la recaudación fiscal, que por ahora, muestra datos negativos respecto de los ingresos del año pasado.
Al respecto, el abogado tributarista Diego Fraga coincidió con la idea de que el ritmo de inscripciones “estaría por debajo de lo esperado”, y llamó la atención respecto de la necesidad de ampliar los alcances del plan. “Se sabe que la mayor porción de la recaudación la aportan un reducido grupo de empresas de cierta envergadura”, dijo Fraga. Ese grupo es el que se quedó fuera. “En momentos en los que la recaudación no despega, la ampliación de la moratoria es una salida que debería evaluar el Gobierno para hacerse de fondos frescos en un contexto de contracción de la economía”, reclamó.